
San Luis, MO. El sábado por la noche los Cardenales jugaron el juego número 81 de la temporada. En ese juego fueron derrotados por los Padres de San Diego 12-2. Con esa derrota los Cardenales terminaron con una marca de 40-41 para culminar la primera mitad de la temporada. Los Cardenales son afortunados de seguir con vida en la división central, pero si quieren tener una oportunidad real para ganar la división tienen que mejorar en el picheo de entrada y mejorar la producción en la caja de bateo.
Los lanzadores de enterada de los Cardenales son Miles Mikolas, Dakota Hudson, Jack Flaherty, Adam Wainwright y Michael Wacha.
De los cinco, el mejor lanzador de la primera mitad fue Dakota Hudson. Hudson terminó la primera mitad con seis victorias, cuatro derrotas y un ERA de 4.33. Hudson se ha convertido en el número uno de facto en la rotación.
El otro lanzador que está pichando bien es el veterano Adam Wainwright. Wainwright terminó la primera mitad con 5 victorias, siete derrotas y un ERA de 4.35. Este es el primer año que Wainwright se ha sentido bien de salud y cuando él está bien puede ser una pieza importante.
Los próximos tres lanzadores no tuvieron una primera mitad para recordar. Mikolas, Flaherty y Wacha fueron bien inconsistentes en la primera mitad.
Mikolas terminó con cinco victorias, ocho derrotas y un ERA de 4.33. Mikolas el año estaba lanzado en cuentas de lanzadores (0-1, 0-2, 1-2) mientras este año está tirando más bolas y está lanzando defensivamente. Eso ha provocado que su número de bases por bolas haya crecido esta temporada.
Flaherty terminó la primera mitad con cuatro victorias, cinco derrotas y un ERA de 4.75. Flaherty ha lanzado bien pero todavía no ha tocado su potencial en una manera de consistente.
Wacha terminó la primera mitad con cinco victorias, cuatro derrotas y un ERA de 5.30. De todos los lanzadores Wacha es el que más celebra que la temporada llegue a la segunda mitad. Wacha fue degradado al bulpen porque estaba bien inconsistente en el mes de mayo. Ahora está de regreso a la rotación de los lanzadores de comienzo y lanzó mejor en el mes de junio.
En la caja de bateo esta pasando lo mismo, pero a la misma vez es diferente. Los bateadores de los Cardenales fueron bien inconsistentes en la primera mitad, pero la diferencia entre ellos y los lanzadores de comienzo es que si el bateo no empieza a producir la inconsistencia se convierte en la identidad de los bateadores. Paul Goldschmidt, Matt Carpenter, Harrison Bader, Kolten Wong y Dexter Fowler han tenido una primera mitad pésima.
Goldschmidt, que está en su primera temporada con los Cardenales, terminó la primera mitad con un promedio al bate de .246 con 14 jonrones, 31 carrearas empujadas. Yo he dicho todo el año que Goldschmidt no me preocupa, pero estamos entrando a Julio y el sigue sin despertar con el bate. Todavía pienso que el bate de Goldschmidt va a despertar.
Carpenter, Fowler y Wong están demostrando esta temporada que las estadísticas no están mintiendo sobre los jugadores que son a la ofensiva.
Matt Carpenter terminó la primera mitad con un promedio al bate de .216 con 10 jonrones y 28 carreras impulsadas. Esta es la segunda vez consecutiva que Carpenter ha empezado lento. Hay gente que todavía está esperando para Carpenter despierte como el año pasado pero la realidad es que Carpenter se ha convertido en un jugador que va a hacer ponche, base por bola, jonrón, doble en vez en cuando o un out.
Fowler terminó la primera mitad con un promedio al bate de .243 8 jonrones y 27 carreras empujadas. Fowler ha mejorado si lo comparas con los números del año pasado, pero todavía no es lo ideal y como Carpenter, los números de Fowler están diciendo que esta es la realidad ofensiva para él.
Wong termino la primera mitad con un promedio .237, 7 jonrones y 33 careras empujadas. Wong empezó la temporada super bien batiendo, pero ha empeorado y los números están diciendo que Wong es un jugador ofensivo de promedio cuando está jugando en su pico.
Harrison Bader terminó la primera mitad con un promedio al bate de .208,
seis jonrones y 19 carreras empujadas. Bader está en su segunda temporada
completa y todo el mundo esperaba que mejorara en la ofensiva. Como ven Bader
todavía no ha dado ese paso, pero él es todavía un jugador joven y puede
mejorar en las próximas temporadas.
Lo bueno de lo está
pasando con los Cardenales es que la división del centro está bien abierta,
pero el equipo tiene que ponerse las pilas porque nadie puede pensar que los
Chicago y Milwaukee jueguen a un paso de .500 en la columna de ganadas y
perdidas en la segunda mitad de la temporada.